viernes, 17 de julio de 2015

47-54

47. Vivek. La conciencia. Tercer ojo, con el que se puede percibir el ser del fenómeno, y distinguir lo sutil de lo grosero. Así puedo evitar mi retroceso a los apegos materiales.  La dualidad ya tiene poco efecto sobre mi percepción de la unidad. La conciencia me transporta a la Felicidad (62).  Saraswati. Plano de la neutralidad. Hasta ahora no había podido controlar el equilibrio entre las energías masculinas y las femeninas. Ahora la energía neutra comienza a treparme por la columna, lo positivo y lo negativo desaparecen. Sólo lo neutro queda más allá de la existencia. Soy un espectador del juego.
48. Yamuna. Plano solar. Es el plano de la energía masculina. La preocupación central del jugador que vibra aquí es el poder, la destrucción, la identificación de sí mismo, del mismo modo que el sol quemaría el planeta. Equilibrarse aquí  sin la energía lunar es imposible.
49. Ganges o Ganga. Plano lunar. Es la raíz de mi fuente de energía femenina. Mediante la meditación el jugador llega al plano lunar, donde obtiene la comprensión del fenómeno femenino. El jugador que vibra aquí aprende que las emociones humanas se exacerban  cuando hay Luna Llena del mismo modo que las mareas alcanzan su punto máximo. En este nivel, toda energía es una sola y la energía femenina deja de ser destructiva y se convierte en una de las más constructivas dentro del juego con mis dos polos funcionando al unísono. Soy un campo magnético. 
50. Tapah-loka. Plano de austeridad. El tema de esta hilera es la práctica de la meditación. Reconozco los karmas que me pueden, pero conozco también la plenitud de vibrar sin ellos. A través de la austeridad, obtengo dentro mío lo divino. Así es más fácil quemar los karmas que me quedan.
51.Prithvi. La Tierra. La tierra es el escenario donde la conciencia juega sus papeles. Aquí, el jugador comprende que hay nuevas maneras de jugar que antes estaban completamente por las amarras de los chakras inferiores.  La tierra no es sólo un planeta, es la madre Tierra: una unidad viva amenaza de un peligro inminente.
52. Himsa-loka. Plano de la violencia.  La ira es una reacción de defensa personal, pero para ser violento en cambio, necesito una gran confianza en mí mismo. La violencia nace sólo cuando poseo una verdad: me creo el agente del universo y la violencia me surge en el afán de reformar la conciencia de los otros…En casos extremos, puedo incluso desear que mueran, así sus conciencias saldrán de la ignorancia. Cola de serpiente de Purgatorio (35), allá voy a purificarme.
53. Jala-loka. Plano líquido. El agua que absorbe calor está aquí para apagar la energía de la violencia y transformarla en ejercicio espiritual. El agua no tiene forma propia, adopta la del vaso que la contiene. Cuando vibro aquí adquiero la misma habilidad del agua…Reconozco que quepo en cualquier forma. Puedo transformarme en eso que conforma el ser y sólo cuando adquiero este conocimiento se disuelve la ilusión identificatoria.
54. Bhakti-loka. Devoción/ ejercicio espiritual. Es el medio directo de experimentar la conciencia cósmica. Aquí, puedo entender que Lilah, el juego, es la naturaleza física. Cada estado, cada casillero, es un juego la misma energía divina, una manifestación distinta de la misma unidad. Esta conciencia devuelve lo múltiple a lo único. Busco una unión indivisible, una conciencia sin dualidad, una bendición. Y allá arriba voy, directo a la Conciencia Cósmica  (68), donde vuelvo a nacer, finaliza o empieza otra vez el juego. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario